Bueno, llevo muchísimo tiempo sin entrar en el blog porque no tengo internet en casa así que he ido apuntando las actividades que hemos ido realizando a lo largo del segundo cuatrimestre y, puesto que ayer fue la última, voy a exponerlas aquí en el blog.
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Voy a comenzar hablando de nuestra primera clase del cuatrimestre, en la cual pusimos en común nuestras diferentes y por ello fascinantes, experiencias durante las prácticas: un primer contacto con los niños para muchas y para mí, la primera vez que compartía un día entero dando clase a unas pequeñas personitas que me admiran y buscan mi atención. Es increíble el significado y la importancia que nos dan a nosotros, los maestros: somos su modelo a seguir, las personas a las que quieren agradar y satisfacer pues buscan constantemente nuestra aprobación. Además nos quieren y nos lo demuestran con besos, abrazos, flores y sus primeras obras de arte. Por ello es vital que les demostremos día a día que ellos nos importan a nosotros y demostrarles nuestro cariño y atención. Tras retomar las clases después de las prácticas, muy a mi pesar pues me hubiera quedado con mis niños el resto del curso de buena gana, compartimos esas vivencias que tuvimos y que reafirmaron la vocación que muchos de nosotros tenemos. En esa primera clase también analizamos aquello que deseábamos conseguir: conseguir transmitir a los niños un modelo adecuado de canto y tener un gran repertorio al que acudir en nuestras futuras lecciones como maestras. De este objetivo nació la wiki.
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De esta manera, a lo largo del cuatrimestre, hemos ido realizando diversas actividades con el fin de lograr nuestros objetivos, como movernos libremente por el espacio antes de iniciar una actividad con el fin de relajarnos, eliminar tensiones, sentirnos libres de usar nuestra creatividad y así concentrar toda la atención en la actividad a realizar a continuación. Por otra parte hemos concedido especial importancia a la adquisición de una actitud postural y un ritmo e intensidad de respiración adecuadas para el canto. De esta manera, improvisamos distintas posturas para ver como influía su elección en las melodías que entonábamos llegando a la conclusión de que, para cantar, debemos flexionar las piernas, poner la espalda recta y echar ligeramente hacia delante la pelvis. También pudimos observar aplicando presión en el abdomen del compañero como esto repercutía en su voz y como apreciar las vibraciones que tienen lugar en el organismo cada vez que cantamos o emitimos un sonido. Además, para trabajar la respiración, trabajamos la inspiración y la espiración y los momentos adecuados para tomar aire y expulsarlo en el transcurso de una canción. Esto dependerá del ritmo y la intensidad de esta. Por otro lado trabajamos, mediante diversos ejercicios, cómo perder esa vergüenza que nos limita y retiene y nos lleva a cantar en registro no adecuado para esas vocecitas que nos van a imitar el día de mañana.
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Una de las lecciones más importantes que he aprendido en este cuatrimestre es la importancia del silencio en la música. Es curioso pues parece que silencio es lo opuesto a música, a sonido y, sin embargo, es fundamental para separar estrofas, crear un halo de misterio o suspense, intercalarlo en una canción de cuna para transmitir tranquilidad y paz,etc. Otra enseñanza fundamental ha consistido en el aprendizaje de la manera correcta de enseñar una canción a un niño: Debemos empezar cantando una o dos veces la canción entera de manera que el niño se haga una idea global de ella. A continuación debemos separar la canción en fragmentos acordes a su ritmo e irlos enseñando en orden, de manera que cada fragmento nuevo se incorpore de manera homogénea y correcta al resto de la canción que ya conocen. Por último, se corrigen pequeños errores. Es importante que los alumnos no sólo memoricen la canción, pues acabarían por olvidarla, sino que también la interioricen y para ello es importante presentar cada nueva canción y cada una de sus partes como un reto, algo divertido y atractivo que les llame la atención y les motive a mejorar. Esto se consigue haciendo una pequeña representación por medio de gestos, marionetas e incluso juegos y haciendo que los alumnos la asocien a sus conocimientos previos, de manera que en su cabecita den sentido y una estructura lógica a la nueva canción.
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Además, hemos visto como incorporar sonidos, instrumentos y recursos gestuales y escénicos a cualquier tipo de canción y hemos podido apreciar como estas pequeñas modificaciones cambian profendamente el mensaje que nos transmite la música: la embellece, magnifica, la envuelve y le otorga un significado, un sentido que podemos apreciar en nuestro interior y que nos hace sentir emociones más intensas.
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Por último, voy a hablar de mi clase favorita, la clase con Vanesa, una maestra de Educación Infantil y alumna a la vez de Educación Musical con experiencia en el trabajo con niños. Me sentí como una niña de nuevo, en especial en la canción de las arañas, ya que sabía transmitir con exactitud aquello que la canción pretendía decir y lo adornaba de manera que le rodeaba un aura de realidad increíble: supo transmitir alegría, misterio e interés. Consiguió motivarnos y hacernos disfrutar a unos alumnos universitarios, de manera que no llego a imaginar la repercusión que puede tener sobre los niños. Otra cosa que me impactó fue su voz: ella dijo que estaba afónica pero su voz era afinada, dulce, tranquila, melodiosa. Creo que toda esta perfección en las canciones y en la voz lleva detrás un gran trabajo, esfuerzo y experiencia que espero alcanzar. Nos dijo que cualquiera puede cantar bien con esfuerzo, práctica, interés y costancia y que por medio de la música podemos conseguir que nuestros niños cumplan cualquier objetivo, y eso nos lo demostró: que aprendan conocimientos, que trabajen la intensidad del sonido,que trabajen la psicomotricidad gruesa y fina por medio de gestos y actuaciones y sobre todo, que se diviertan. Pero, atención, cantar una canción y quedarnos callados es la mejor manera de conseguir que unos alumnos nerviosos e inquietos se queden en silencio, opues están atravesando una etapa donde todo lo imitan. Me recuerdan a un gatito que ve un cordón moverse y es incapaz de concentrarse en lo que hacía, iqgual les ocurre a ellos: dejan de jugar y cantan y al terminar quedan en silencio, ensimismados. Algo fundamental cuando cantamos es creer en lo que se hace y disfrutar con ello para transmitir esa sensación al alumno; y eso Vanesa lo dominaba.
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